martes, 21 de octubre de 2008

Homenaje Visceral

Hoy se cumplen 5 años de aquel día en el que Elliot Smith decidió acabar con su vida. Vaya uno a saber porqué, se encerró en el baño y hundió un cuchillo de cocina en su corazón. No una, sino dos veces para ser más específico y aún más cruel con su propia existencia. En un Post-It alcanzó a escribir a modo de despedida “I´m sorry. With love, Elliot. God forgive me”.
Love debió haber sido justamente lo que le faltaba y en su nota oferta lo poco que le quedaba a quien la encuentre.
Hace unos días pensaba cómo sería morir de amor. ¿Ahogo? ¿Infarto masivo? ¿La pérdida de una aurícula a través del llanto? Probablemente asfixia por tanto suspiro profundo o quizás simplemente la sangre se congele en las mismas venas y deje de circular de un momento a otro. Conocí a Elliot Smith a través de un disco que apareció en casa de la banda sonora de “Good Will Hunting” cuando Gus Van Sant le pidió que compusiera algunos temitas para su película. Si habré moqueado escuchando “Miss Misery” o “Ángeles”, mi chanson preferida no sólo por su fantástica y apacible composición, sino también porque es ese mi verdadero nombre y me resultó extraño que no estuviese hablando de angels sino de Ángeles así tal y como suena semejante nombre propio.
Buenos Aires es una de mis ciudades favoritas en el mundo y esta afinidad se acentúa en días como hoy cuando todo está gris y llueve.
El corazón es un órgano muscular hueco cuya función es la de bombear la sangre a través de los vasos sanguíneos del organismo. Cada latido del corazón lleva consigo una secuencia de eventos que en conjunto forman el ciclo cardíaco, constando principalmente de tres etapas: sístole auricular, sístole ventrícular y diástole.
Entre tanta mudanza precaria y recelo del legítimo dueño del disco de Smith, olvidé rescatarlo y hacerlo mío de una vez por todas, sin embargo agradezco no tenerlo porque sería algo así como un boicot a mi equilibrio emocional en un día como hoy cuando estoy meta diástole-sístole-diástole y sístole otra vez como para no perder el ritmo.
Este sábado 25 a las 9 de la noche toca
Ailoviu / Aijeichu en una casa en San Telmo en la calle Humberto Primo entre Perú y Bolívar. Probablemente podré ahí liberar este instinto asesino, consecuente desgarramiento y descargada pasión. Mantener fuera de mi alcance cuchillos de cocina.

3 comentarios:

  1. Alejar, por favor, todo utencillo filozo del ser de mi querida amiga Ángeles Cocó Muro... de todas maneras, no creo que seas tan cruel con vos misma, aunque debo admitir que el corazón está muy bien dibujado???
    Todos con Cocó, no a Mov, sí al dolorrr... ya va a pasar, ya va a pasar. Son rachas, te quiero amiga, sos una grande

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  2. ángeles, ángeles yo tengo el tema en mi i pod. También tengo un arma blanca, si la usás dejala en condiciones así la puedo usar a continuacion!...Sabemos exactamente lo que son esos días! O acaso estás sola en Bs. As.? A mi también me llueve!. besos

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  3. Corazon les sobra a algunos y les falta a otros. (Para vos, menos cuchillos; para otros, un hemodilatador por ahí, por favor)

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