miércoles, 6 de agosto de 2008

Dando Cátedra

A casi un siglo, permanecen como mudos testimonios de lo que fue en aquella época los edificios monumentales que alojaron las escuelas de entonces. Esos mismos edificios que hoy ni siquiera estamos en condiciones de mantener o que, peor aún, no nos interesa conservar porque preferimos convertirlos en los modernos palacios de la cultura: los shoppings. Precisamente, la magnificencia de esas escuelas pretendía señalar ante la sociedad la trascendencia que para su clase dirigente tenía la educación, grandiosidad que también contribuía a educar.
Es en la educación donde se aloja la única posibilidad de conseguir personas más completas y economías más competitivas así como sociedades democráticas más responsables y justas. La principal amenaza para el futuro se está generando en las distorsiones de este, nuestro desencantado mundo actual.
No olvidemos que el conocimiento nos hace libres, nos brinda la posibilidad de elegir y la ignorancia nos hace ciegos, sordos y mudos ante tanta vorágine y un mundo que no se detiene ya a repensar en las necesidades de todos y cada uno. La escuela será el ámbito de exilio de los prejuicios y la vulgaridad del presente y la revolución pasa por hacerse escuchar y entender que las armas a tomar son las de exigir una verdadera educación que brinde esa igualdad de oportunidades tan deseada para promover el desarrollo de nuestro país.
La educación dignifica a la persona humana, le brinda apertura de miras y sentido crítico, la forma en la disciplina del esfuerzo y del trabajo, la nutre de valores personales y cívicos, le provee un capital social en habilidades y capacidades propias que se suman al conjunto de la sociedad.
La Constitución Nacional en su artículo 1 adopta la organización republicana, representativa y federal para el Estado argentino y, en el artículo 5, dispone la obligación de las provincias de proveer la educación primaria.
Es responsabilidad de todos exigir más y mejor educación para que no violen nuestro derecho y desarrollar esa conciencia de urgencia para no lamentar luego las consecuencias, así que dejemos de imaginar y manos a la obra que la educación es la mejor inversión para el desarrollo nacional.

3 comentarios:

  1. Que columnista que tengo yo!!!

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  2. Muy bien cocó!! creo que la educacion hoy en dia es lo que nos convierte en personas capaces de combatir contra la barbarie humana...
    ...¿LUCHAMOS CONTRA NOSOTROS MISMOS?...

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  3. Hola, saque tu blgo de dada, estoy estudiando periodismo y aunque por estar en un ciber no puedo leer detenidamente lo qeu dice, te dejo mi blog pasa y si te interesa me suatria publicar en dada. bueno nada mas.

    http://florflorlopez.blogspot.com

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