La palabra ‘snask’ en sueco significa caramelo, chisme o basura. En la agencia Snask, significa libertad para expresarse, profesionalidad y ambición para ofrecer la mayor calidad posible en cuanto a diseño, branding y producción audiovisual; significa divertirse y trabajar en el mejor lugar de su propio planeta.
Cuando Magnus Berg y Fredrik Öst terminaron el secundario en Estocolmo, se mudaron a Carlisle creyendo que la capital de Cumbria (Inglaterra) era garantía de diversión estudiantil. Nada más lejos: se aburrieron como hongos, sin embargo estaban en el lugar indicado. Vivir en un lugar de mierda fue una gran motivación para empezar a crear, innovar, agitar y molestar.
Luego de ensayar numerosas estrategias para intentar divertirse en Carlisle - fueron DJs, organizaron fiestas interminables, fabricaron un muñeco parlante que asustó a sus profesores - decidieron subirse a un vuelo low cost y volver a Suecia.
Lo primero que hicieron fue buscar un espacio para fundar lo que sería su estudio y armar un equipo de trabajo entre gente talentosa que estuviera mejor calificada que ellos y con muchas ganas de pasarla bien. Snask comenzó a tomar forma como agencia de branding y diseño entre 2007 y 2009, inspirados en la frase del escritor y dramaturgo sueco August Strindberg: “Tratando de alcanzar lo imposible, uno debería alcanzar el grado más alto de lo posible”. Y en eso de estar cada vez más arriba y la idea de que ‘decir que sí es más divertido’, la agencia además se animó a expandir sus servicios y crear ‘Snask Film’. Dicen: «Uno de los estudios de cine más grandes del mundo», quizás otra de sus ‘mentiras rosas’. En Make Enemies & Gain Fans -su libro (también escribieron un libro)- explican por qué mentir también puede ser divertido y productivo: «Rara vez usamos las mentiras blancas porque no son graciosas ni interesantes, así que decidimos crear las rosas. Las mentiras rosas son alteraciones de la verdad que dan impulso a uno mismo, a otros o a una organización».
¿Una mentira rosa para Dadá Mini?
- Le dicen a todos los que conocen: ‘Mañana vayan a la plaza San Martín y habrá muchísima gente de pie mirando como idiotas’. Al otro día muchos amigos van a ir, se van a mirar entre ellos y se van a reir. Una mentira rosa perfecta.
Además de Magnus y Freddie (director de diseño y creatividad, respectivamente), hoy el equipo de Snask está conformado por Erik Kockum (ejecutivo de cuentas y propietario) y los diseñadores estrella: Magdalena Czarnecki, Jens Nilsson y Richard Gray. También cuentan con fotógrafos, directores, animadores, ilustradores, escritores y otros más que no son puestos fijos, pero que participan en la mayoría de sus proyectos.
Una de las políticas dentro de la agencia es que a los clientes se les habla como si fueran familia, amigos o mascotas y entre esos interlocutores están Hewlett Packard, H&M, Goethe Institut, Tetra Pak y L'Oreal. Lo de las mascotas es discutible, ellos insisten en que son gente de perros y gatos y no tiene nada de malo tratar a los clientes como tales siendo que ellos los aman.
Magnus y Freddie insisten en que no solo hay que producir trabajos decentes y correctos sino que hay que mantener el toque mágico, lo que te hace ser una agencia diferente y que los clientes te busquen a vos. «Cuando algo se vuelve aburrido y poco inspirador, rápidamente uno empieza a ser malo en lo que hace. No queremos ser unos diseñadores promedio, estándar y tibios», afirman. «Tener pasión por tu trabajo te vuelve exitoso, un éxito que implica tener mucho tiempo para estar con los que querés aún haciendo lo que sea que hagas».
¿Y cómo te das cuenta que tu trabajo es el peor del mundo?
- 1) Tus compañeros son horribles, no sonríen ni dicen ‘hola’. Nunca compran cerveza y no se abren al resto. 2) Hay muchas jerarquías. Todos tratan de trepar una escalera que conduce al piso superior que incluye lamida de culo y patadas de botas. 3) No compartís tus ideas con otros por miedo a que te las roben. 4) Nunca te cuestionás por qué trabajás ahí o qué tipo de trabajo hacés. 5) Hacés cosas que podrían hacerse de una manera más efectiva o no deberían hacerse directamente. Locura burocrática.
¿Qué se puede hacer cuando te encontrás dándole vuelta a una idea?
Hablar y hablar y no irse a casa hasta que no se resuelva qué hacer. La inspiración viene del mundo donde vivimos y del cual somos parte: noticias, películas, música, arte, amigos, amor.
Su peor pesadilla es convertirse en una agencia sin alma que vea a la gente como nicho y no como personas. Es por eso que el criterio para elegir a un pasante pasa por un portfolio increíble que les demuestre que es talentoso y una carta de presentación graciosa y personal que les demuestre que es genial: «Una persona talentosa y genial es lo que buscamos».
¿Cuál fue el proyecto más desafiante que encararon?
Los títulos principales para el OFFF de Barcelona (The Main Titles). Queríamos hacer una película ‘mala’ inspirada en una ‘mala’ edición de las películas de guerra nigerianas. Fue muy difícil saber si la versión final sería ‘mala’ o mala. Afortunadamente se convirtió en lo primero.
¿Y cuál fue el que tuvo la mejor anécdota?
Probablemente cuando Magnus casi se caga en sus pantalones arriba del escenario en Barcelona frente a 500 personas.
Casi se caga literalmente. La noche anterior a una presentación Magnus se dio una panzada de mariscos y tragos varios y estaba muy descompuesto al momento de subir a hablar. La venía piloteando hasta que en un momento saltó sobre el escenario y el resto de la charla se la pasó incómodo sintiendo que se había cagado encima. Por suerte, sus esfínteres se controlaron esa tarde y no pasó a mayores. Si uno de los consejos de Snask en su libro es ‘Meate encima, te hará más libre’, el traspié de Magnus no está tan lejos del ideal que proponen cuando sostienen: «No te tomes tan en serio, hacete pis encima mentalmente. Cuando sos chico te enseñan que cuando te pincha una ortiga tenés que mearte la quemadura. El pis limpia la herida y alivia el dolor».
¿Cómo sería una nave espacial construida en Snask?
Sería rosa, con forma de corazón y orejas de oso. Viajaría por la ultra galaxia de Snask donde todos son bienvenidos siempre y cuando se porten bien. Portarse bien significa no comer pizza congelada todo el tiempo (¡atención noruegos!), decirle a la gente que la amás, usar tu dinero y ponerse ese vestido hoy y no mañana. Pensar en cada catástrofe de tu vida como si no importara como ‘esto dentro de cinco años no va a importar’.
¿Una versión nórdica de Disney?
No tendría a Disney adentro. Sería un parque temático lleno de malos entendidos. El tour romántico se convertiría en el medio del trayecto en una casa del terror. El paseo de los niños, después de cien metros, se volvería la montaña rusa más salvaje del mundo. Tendría un molino donde los viejos gruñones optarían por ser felices y sonreir o simplemente por acostarse y triturarse hasta volverse polvo de estrellas.
¿Un dibujo animado hecho por ustedes?
Un mix entre manga porno y gummy bears todo situado en un esquema de colores pastel.
¿Cuán lejos irá Snask?
Lo más lejos que podamos. No nos aburguesamos o descansamos hasta que no hacemos todo lo que podemos.
¿Cuáles son sus expectativas para este año?
Que todos en Snask se corten el pelo y cojan mucho.
Publicado en Dadá Mini #22- «Una vez al año no hace daño» - 2012
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