jueves, 27 de marzo de 2008

Vuela vuela


Las modas van y vienen. Algunas mueren en el intento.
Pero ellos van a ser eternos porque todos aprendimos que para volar, no te hace falta equipaje.
Magnetto Not Dead


Fiestra Retro en Babylon. 42º de sensación térmica en el interior del recinto.

Entre tanto baile, ajetreo y cerveza me decido de una vez por todas dirigirme al baño en un estado calamitoso de acaloramiento y de urgencia fisiológica. Bajo por la escalera como corresponde y en eso estaba cuando me interceptaron dos chicas para preguntarme:

"Flaca, una pregunta... ¿sos un travesti?"

Mi cara de desconcierto total creo que les dio la pauta de cuál iba a ser mi respuesta.

"¿EHHHHHH? ¡¡NO!!, ¿me están jodiendo?"

"Ah... ok perdón"

Entré al baño con ganas ya no de hacer lo que pensaba hacer sino de gritar de rabia y al mismo tiempo reirme por lo absurdo del cuestionamiento.

¿TENGO CARA DE TRAVESTI? fue lo que me pregunté al mirarme al espejo esa noche y hoy encontré esta foto en una de mis carpetas... ay que confundida estoy... voy a ir al baño de casa a verificar nuevamente.

jueves, 6 de marzo de 2008

la OTI

Al igual que a Mirtha Legrand, imposible es precisar la edad de Otilia. El correr del tiempo parece no surtir ningún efecto en su cuerpo ni en su manera de ser, desde el día que la conocí hasta hoy, “la Oti” es idéntica.
Hace 28 años que trabaja en casa y si su apellido no es Muro, es porque su mamá se llamaba Velásquez y así lo constataron en el registro de personas de Quilino, localidad cordobesa al nordeste de la provincia de donde trae mandarinas y tunas del campo.
Su menudita figura, su corto pelo negro y su baja estatura no guardan ninguna relación con la fuerza de su carácter cuando se enoja y de sus gritos cuando nos llama a comer. Todos los que conocen la familia, conocen a Oti, es un clásico escuchar sus sarcásticos comentarios y sus retos. Ella todo lo sabe, pero nada cuenta. Mis hermanas, hermanos y hasta mi mamá le confían los secretos más íntimos por su fama de buena consejera y por su discreción porque es incapaz de traicionarte, sin embargo denunciar es su especialidad, es por eso que si ella te descubre, es mejor negociarlo por un favor antes de que se lo cuente a mamá.
Es condición ganarse el cariño de Oti para poder entrar por la puerta grande en casa, así es que, novios/as, amigos/as y familiares, todos tuvieron que pasar por la prueba que, una vez cumplida, es garantía de bienvenida.
No es fácil la enana, te reta, se ofende, se enoja y se niega a tenderte la cama si te despertaste después de las 10 de la mañana, pero cuando le decís “Oti, ¿me haces un café con leche esos ricos que haces vos..?.” imposible es que se niegue. Su premisa es “el buen modo” y con eso uno puede conseguir incluso el préstamo de uno de sus cassettes de los Nocheros o entrar a su cuarto a ver el cuadro de Sergio Goycoechea que cuelga de su pared, ídolos para ella entre los que se encuentran también Chébere, Chayanne, Julio Iglesias y su amor imposible y patrón de su mejor amiga, Miguel Clariá.
Sus historias de colectivo (“el onibo” como lo llama ella), su “príncipe azul” que nunca llega, la casa de su tía, su pueblo que nadie conoce, sus muelas que siempre le duelen y su habilidad para hacer de la verdura hervida un menú distinguido, convierten a la Oti en una leyenda viviente que duerme en casa. Siempre con su dulzura y dedicación nos llenó de alegrías, de comiditas ricas hechas “con amor”, de abrazos cuando no nos veíamos por unos días y de besitos cuando nos lastimábamos andando en bici.
Por todo eso y mucho más es que la Oti nos conmueve, porque es tan nuestra como nosotros de ella y si nos vamos ella ya lo sabe, la metemos en una valijita con ruedas y la llevamos a donde sea que vayamos.